Deambulaba por la callecita empedrada, húmeda del sereno, mientras
la penumbra de la tarde se matizaba con las pinceladas anaranjadas de los
celajes. Metí mis manos entre las bolsas para disimular lo frío del ambiente.
Alcancé hasta donde desemboca la avenida, en el parquecito solitario, los sauces
cadenciosos se mecía al ritmo del gélido viento del norte, los clarineros
graznaban insistentemente mientras se acomodaban en las ramas mas altas para
pasar la noche.
La primera banca que
se me puso al frente, me invitó a desplomar mi cansado cuerpo, me acomodé las
solapas del saco a manera que me cubrieran le cuello, mientras entraba en el
sopor de la meditación y del sueño. Las chicharras hicieron su aparición,
mientras la plateada luna hacía su debut en el escenario de la noche. El
susurro de las ramas que se recostaban las unas sobre las otras, interrumpían
el silencio, los faroles de las esquinas se había hecho a la luz.
Saqué un cigarrillo,
lo puse en mi boca, mientras este temblaba, escarbe entre la bolsa del pantalón
unos cerillos para dar lumbre. Di varias bocanadas, cruce mi pierna y me
acomodé, en ese instante percibí un exquisito olor a perfume sencillo, ala vez que unas cálidas manos cubrieron mis
ojos, instintivamente solté el cigarrillo y recorrí con mis dedos el dorso de
esas lindas manos que me acariciaban.
--- Sorpresa….., sabía que vendrías---dijo ella
---Si… como todas las tardes, en espera de tu presencia---
---Sabes, he meditado lo que charlamos la última vez.---
---Dime que es lo que has pensado--- indique mientras halaba el
brazo y la acercaba hacia mi.
Sentí lo suave de su
piel en mi mejilla y el chasquido de un beso inocente me estremeció el
espíritu, tus dedos acariciaron mis cabellos y la fantasía de los cuentos de hadas
se confundió con la realidad de la vida. La glorieta del parque se tornó tímida
del amor que rondaba a los alrededores.
---Tu has cambiado mi vida…, jamás pensé, haber encontrado alguien
como tu.---
---Estella……. si, esto ha sido maravilloso, desde el primer instante
que te vi, me he sentido atraído hacia ti, como que estuviésemos hechos el uno
para el otro.---
--- Voy a dejar mi casa, y espero que tú me cuides……..---
---TU sabes que es lo que mas deseo, vivir contigo, vivir nuestro
loco amor…. ---
---Bien Armando….., esto es todo lo que tengo y todo lo que soy….
---
Me puse de pie y te
vi de frente, alborote tu cabellera con mi mano y te invite a estremecerme en
un beso, que duró la respiración de ambos. Sellamos nuestro compromiso y como
los adolescentes que éramos y tomados de la mano desaparecimos en la oscuridad
de la boca calle…
Llegué a la casa, abrí con algo de dificultad el portón
donde el perro me saludo efusivamente saltando sobre mi pecho, las luces
estaban apagadas y en esa oscuridad apenas alcanzaba a ver la entrada del
cuarto….estaba abierto, a tientas logre tomar la pita que colgaba en medio de
la habitación y encendí el bombillo, todo era un relajo, en la mesa se
encontraba un plato, un trozo de pan y unas cuantas cucarachas que corrían
despavoridas a la presencia de la luz. Más allá una valija entreabierta, trapos
y ropas se desparramaban por el suelo.
Me acerqué hasta la
estufa de gas, que permanecía apagada, una olla de café a medio llenar,
permanecía frío e inmutable. En la cama encontré, unas cartas amarradas y otros
papeles, Las sábanas desordenadas y la almohada doblada en dos, el cuadro de
San Miguel Arcángel, prendido apenas y torcido.
Hale una silla y me
senté, estaba confundido, que había sucedido, traté de ordenar mis pensamientos,
pero fue en vano. Se había ido, me había abandonado, después de tanto esfuerzo
y vanos intentos de resolver nuestras diferencias, me había dejado. Tomé mi
cabeza entre las manos y traté de ocultar las lágrimas que brotaban de mis
ojos:
--- ¡NOOOO….!---grité, somatando con el puño la orilla de la
mesa.---
Allí estaba una vez
mas, sentado en el parque, adormitando y esperándote, como todos los días, ese
maldito hábito de querer, me hacía volver al principio. En ese instante percibí
de nuevo ese exquisito olor a perfume sencillo,
y de nuevo unas cálidas manos cubrieron mis ojos, hice cuanto podía por
resistir y recorrí con mis dedos el
dorso de esas lindas manos que me acariciaban.
--- Una vez más estás aquí…….. sabía que vendrías---dijo ella
---Si… como todas las tardes, para darme una explicación de tu
conducta---
---Sabes, he dudado en venir, pero necesito darte una explicación y
que me perdones por lo pasado---
--- Dime el porque te fuiste.---
--- Mis padres se enteraron donde estaba y me obligaron a dejarte, y
me enviaron a casa de mi abuela lejos de aquí. No pude darte ni un aviso y me
cerraron toda oportunidad de comunicación contigo ---
--- He sufrido mucho todo este tiempo, sin saber de ti, con el temor
de que me hubieses olvidado.---
---Para nada Armando, menos ahora….--- Pero ahora estoy dispuesta a
jugármelas contigo, mi amor.
---Sigues pensando en lo mismo después de un año que me
abandonaste.---
---Si Armando quiero volver contigo, Tu hija y yo te necesitamos.---
--- ¡AAAhhhhhhhhh!......... mi hija……---