viernes, 29 de marzo de 2013

PERDONEME JOVEN. Tercera parte



          Por cumplir los quince años de seguir mi calvario en las visitas al instituto, hacía el recuento de mis citas en esos 14 años y pico. Apenas han sido 1 cada seis u ocho meses en los últimos años, antes eran talvez tres o cuatro por año. Lo que me pone a pensar que mientras mas viejo, menos me tienen que ver, ya sea porque uno se cura de necedad o porque mientras mas le alargan el tiempo de las citas, mas tiene la oportunidad de no llegar vivo a la siguiente, pero en fin ellos tienen su estilo.
          Aquí hago una comparación, porque en la consulta privada, las citas son tan aburridas que si no se las ponen a diario es porque al fin les da clavo, pues si que le sacan la plata al enfermito. El individuo consulta por dolor de cabeza. Ejemplo que si además le duele la uña del pie que con el especialista en pedicure, que mas parece especialista en vientos proveniente de los flatulentos gases que ya de viejo son de categoría III Richter por la profundidad o  grado 2 Mercali por el tufo.
          En fin le ponen en las clínicas privadas, una especie de horario de escuela, como ejemplo de 8 a 9 AM. Con el cardiólogo, de 10 a 11 con el de la diabetes, en mi caso con el Neumólogo de 2 a 3 PM. 1 vez por semana, un día siguiente con el Urólogo, por aquello de la próstata y le andan buscando espacio para que lo vea el Gastroenterólogo, el Oftalmólogo, por las cataratas el Otorrino por hacerse el sordo y de ajuste el Geriatra, que por poco es el pediatra, pues a esa edad ya no le queda  a uno nada de niño. Quizás el comportamiento. Con los únicos que permanecemos en alergia es con los Cirujanos, pues es un enorme riego operar aunque sea de juanetes a un viejo.
          Pero volviendo a las remembranzas del Instituto, recuerdo que aparte de un examen muy superficial el primer día, como diría Arjona, Mi primera vez. Las tres P al inicio y por enfermera. Presión, pulso y peso. Ya con el galena me pasó el estetoscopio por el pecho y la espalda, ah y en algunas pocas oportunidades me midieron con el glucómetro. En las reconsultas pues adecuadamente ya solo es de confianza, a pura pregunta, como se siente, los exámenes están bien, se ha tomado la medicina. OK, entonces en 6 meses. Lo ignoran en los siguientes minutos mientras escriben en la Comp., la evolución y las fechas, estamos tan tecnificados que aun las recetas son elaboradas por la máquina, el chorro de laboratorios que dejan anotados y que le da trabajo a la secretaria, como las fechas inscritas en el carnet. Me cuestiono y si uno llega apacha un par de botones y al otro lado le salen las hojitas con recetas, solicitud de laboratorio y lo demás así el doctor puede dedicarse a las sesiones con el director a la hora de la refa. a la asistencia a los congresos, etc.
          También hay algunas cosas que han mejorado, ya los laboratorios los puede uno realizar mas cerca de su casa, según le quede cerca alguna de las periféricas, lo que no han descentralizado es la toma de los EKGs. Me correspondió en la zona 6, pero lo que no se pueden evitar son las famosas colas que van desde la punta de la oficina hasta la puerta donde se vuelve a salir, luego le pasa preguntando un fulano por el carnet de afiliación y la hoja de las orden.
--- A Ud. Es del CAMIP. Siga recto y agarra la cola mas pequeña que sale de la puerta 2.--- se pasa luego a la oficina donde le dan unos tubitos con etiqueta de código de barras y luego a rehacer la cola.
          Que alivio se piensa es otro gusano que aunque menor, al menos los primeros 30 solicitantes están sentados y cada vez que alguien entra, se soban las nalgas limpiando la banca, pues ya no muy se levanta uno, evitando el temblor de piernas, pero  así con suerte porque si llega alguien en silla de ruedas, o bastón o con temblorina, lo pasan mas rápido, al fin llega uno al matadero, entregando sus tubitos, allí me tocó una señorita muy simpática, de anteojos tipo culo de botella, pero muy amable.
--- Déme su bracito mi rey, le pongo un hule aquí.--- se refiere en el brazo, luego saca una aguja, la ajusta con el frasco y zas! Me pincha, la sangre llena el recipiente mientras la señora muy cristiana me da el sermón del día, me aprieta con un algodón, extrae la aguja y me dobla el brazo. Me dice --- Lo espero en dos horas después de desayunar. Que Dios lo bendiga.
          Camino unas 10 cuadras a mi casa, ingiero los alimentos y con reloj en mano, hago nuevamente el ejercicio de las X cuadras y me llego a sentar a las bancas de los encartados en el asunto de las 2 horas post prandial.  Son las 10.20, a las y media cumplo las dos horas, con la exactitud de un suizo entro nuevamente con la doña.
--- Haber mi rey, en que brazo le saqué sangre anterior mente.---
          Le muestro el izquierdo, que se encuentra virgen de pinchazo y se repite el procedimiento.--- Vaya con Dios, no se olvide de su cita…---

          Intermedio de las citas de cortesía con el médico hay un par de visitas de recetas, colas para variar, en la ventanilla de entrega de carnet. Sin mediar palabra, porque para que. Le dan un cartoncito con número y le indican sentarse donde encuentre sitio. Allí puede o leerse el Publinews, que es de gratis, tomarse un jugo o cafecito, que hay azafatas, que constantemente deambulan vendiendo toda clase de chucherías o simplemente sentarse a aplanar la parte baja de la espalda, al cabo de una hora mas o menos a través de un altoparlante, le informan Fulano de tal, No. 99 y tiene uno que estar al rayo frente a la ventanilla 3, donde le entregan las recetas, hay de aquel que con ciega locura, no se presente en el termino de la distancia es ejecutado para esperar otro cacho si hay cola esperando.
          Es toda una felicidad cuando se sale de allí, luego se dirige a la farmacia, ala de pollo, otra cola, le reciben las hojas en la entrada se la guillotinan para individualizar cada una de las receta. Pero así con limpieza y sacudida de sillas con el trasero, pues ni bien se sienta uno ya lo corren al siguiente sentadero y al otro, en ocasiones es un poco tardado pero dentro de lo que cabe se mueve, por eso es que ni chance a charlar con los sexagenarios se tiene por tal poco tiempo, los últimos pasos de cinco frente a la ventanilla, donde se entregan las recetas firmadas, el carnet de afiliación.
          Puede que allí le den la sorpresa, cuando le dicen si está toda su medicina, lo usual es que le digan con esta, pregunta la semana entrante pues está agotada o por entrar el pedido y bueno eso implica ir a dar otra vuelta. 8 a 15 días después. Al fin se sale con bolsita negra de nylon con cajitas, pastillas sueltas, blister y frascos de la respectiva y allí termina la locura.

jueves, 7 de marzo de 2013

PARA RECUERDOS



          Sonó el teléfono, con la prestancia que se me ocurre e imaginando de quien se trataba,  el muchacho respondió. Era ella, después de una larga espera era una emoción saber de su pareja, escuchar su voz, se trataba de concertar una cita que se había postergado por mucho tiempo, a punto de realizarse, como la primera vez.
La vio junto a la esquina, se miraba emocionada, tanto así que corrió hasta el auto, lo besó y con un hola muy simpático se sonrojó, como adolescente. Se cruzaron las miradas y daban crédito al suceso, después de varios meses de ausencias, se quedaron callados por el encuentro. Silvia se conservaba mas bella que nunca, con esa cara de inocencia que la engalanaba y cautivaba a quien la admiraba.
          El encuentro los trasladó hacia el espacio infinito, mientras se cruzaban algunas preguntas de rigor, del estado de salud, de la familia, del trabajo, etc. Acto seguido buscaron un lugarcito donde almorzar y expandir la charla, vaya si no la chica era buena para eso.
          La miraba fijamente, aunque ella se escabullía y se escondía perdiendo la vista, entonces trataba de adivinar sus pensamientos, escudriñándole  las facciones, lo terso de su piel y la textura de sus labios, ella comentaba de sus alumnos, del viaje a un parque de diversiones, mientras el chico a pesar de que escuchaba sus emociones le impedían ponerle la atención adecuada. Volaba en su imaginación, estaba anonadado, trataba de adivinar como penetrar en los adentros de su cabeza alborotada.
          Bernardo retomó la situación, haciendo un paréntesis para hablar lo que le interesaba, lo relacionado a su relación de amistad, pero le fue difícil, insistía en sueño de tomarle las manos, suaves y ligeras, para trasmitirle, su calor sus ideas. La piel morena y delicada de la chica, le incitaba ha comentar, hablar de algo mas que deseaba escuchar. Sin embargo cuando él insistía en remover los comentarios, el tema era suspendido abruptamente. En un impulso trató de quitarle las gafas, para ver su carita en todo el esplendor, fue imposible, entonces se dio cuenta que estaba hecha un manojo de nervios, el requerimiento fue audaz, causándole inconformidad y desagrado. Optó entonces, por tomarle la mano,  esto la inquietó. A veces el tacto dice mas que cien palabras, el sonido de las palpitaciones de ambos se confundieron en el momento reflejando un tenue temblor de cuerpo, el nerviosismo los hizo acompañarse, en un idilio  traducido en un emocionante encuentro.
          En la historia de la charla se varió la temáticas, donde ambos nos limitábamos a responder con un aja, si, que bien y a veces simplemente con gesticulaciones. A pesar de lo lacónico el joven, buscaba a toda costa tener la oportunidad de decir las palabras mágicas que le hacían palpitar el corazón bailando en su pecho y soltarlas con pasión al decir cuanto la quería.
          Humilde comía como pajarito, no se si porque era algo que no le gustaba o simplemente estabas inapetente por estar frente a su antiguo pretendiente, bueno todo era factible elucubrar, pero sin demeritar la plática, esta fluía fácilmente de su boca, tornándose agradable en ocasiones jocosa. Tonteras quizás.
          Con toda clase de comentarios le bajaron el cuero a la vida y compusieron tantas cosas mal trechas del mundo, los haberes de la vida, se  continuó con la vigilia de verle el rostro, aunque fuera por arriba de los espejuelos, que mas parecían colgarse de un par de tomates las exhuberantes mejillas. Ella recibió una llamada y si requerir explicación, ella mencionó se trataba de un problemas de la escuela, guardó su celular como haciendo memoria de la plática,  muy discretamente envolvió la mitad del emparedado, para dedicarse a consumir únicamente  las tortillas de maíz tostado con queso fundido. Pero la pregunta flotaba en el ambiente, ninguno había sido capaz de hacer las preguntas adecuadas, sobre los sentimientos que en algún momento fueron la parte primordial de esa relación, las miradas se entrecruzaban frente a frente en esos lindos ojos, porque…..?
          Con la cautela del caso nadie quiso saltarse las trancas, aunque en realidad lo que ambos deseaban era ver la reacción de deseo, confesiones y remembranzas. Ella estaba nerviosa, intranquila, a veces concentrada, sumisa, en otra ausente, como si esperaba algo. A lo mejor querría decirme algo una confesión, un exabrupto, Pero la mente jugaba con las ideas, con las ilusiones que quizás ellos estaban deseosos de escuchar. Se quedó allí en el olvido o en la reserva, en un querer hacer y sin arrepentimientos, o quizás botar cualquier oportunidad de reconciliación.
          Un sonriente gracias y se encontraban prestos a salir, cuando de la puerta del carro La joven regresó hasta el Restaurante, un poco precipitada, como quien hubiese olvidado algo. Bernardo sentado en el asiento de la izquierda la observaba a través del retrovisor del auto, el viento le hizo la jugarreta de levantarle el corto vestido de flores, lo cual impidió con una acción de las manos, se volteó para ver si alguien le había observado sus rollizas piernas a media pantorrilla. Los zapatitos bajos de color negro con un adorno hacia la punta, se deslizaron suavemente, en los saltos para subir las gradas. Se hacía acompañar de su cartera en la mano de un suéter blanco. Pocos minutos después apareció un tanto despeinada en la puerta derecha. Entró an abrir la portezuela, después de acomodarse los espejuelos, que llevaba en las manos, para limpiarlos, entraste al auto, retomó la charla con un gracias por la comida y un mensaje que se hacía tarde para el regreso.
--- Tenía la idea que me darías las gracias con un beso. --- Pero ella se quedó con la mirada fija hacia donde él estaba
--- Yo se te lo ganaste, pero allí donde me dejes te lo voy a dar.--- sentenció.--- si es que tu quieres.---
            Salieron con rumbo desconocido, rrecorriendo algunas calles, hasta llegar a la entrada del periférico, la charla aunque no se había suspendido, era pausada, como quien se le ha terminado la temática de seguir adelante, discutieron algunas cosas del pasado, del porque lo prolongado de la ausencia, la no comunicación posterior, en fin de cosas que quizás como corolario no era la mas adecuada El auto se detuvo frente a una floristería donde como un gesto de paz, el joven le compró un ramos de flores. Se pusieron de acuerdo sobre la conveniencia de olvidarse del pasado y de permitir la comunicación vía teléfono, con el compromiso de meditar las acciones de allí en adelante.
          El auto, se detuvo en ese bendito lugar donde se iba realizar la tan ansiada despedida. Hubo un momento de resistencia donde ninguno de los dos quería despedirse, unos momentos mas, quizás porque iban a ser el postrer encuentro, de allí hasta saber cuando. Hubo un momento de silencio, preámbulo a la finalización de la cita. La tomó entre sus brazos con la escusa de que se trataba del abrazo de cumpleaños, y le depositó un beso cálido en la mejilla derecha, ella hizo lo correspondiente, luego rozó los labios, que comprometieron la ternura, del encuentro. La temperatura del momento, selló el  espíritu, con un te amo en silencio, se produjo un nuevo chasquido en la otra mejilla y ella entregó dulcemente mas que un beso,  impregnado en el, lleno de cariño y sabor a mujer, a mujer bonita.
Desapareció entonces por la escalinata que la llevaba a la estación, tímidamente lanzó un tierno saludo al mover su mano, un hasta pronto, que se quedó bañado con una ausencia.
          Todo vuelve a la normalidad. Bernardo se dirige a su oficina, reacciona y como un desahogo, marca el número. Silvia toma su celular:
---Es para decirte adiós,  la velada fue fantástica, emocionante como nunca, que dejó reafirmados mis convicciones de los sentimientos que te profeso, que fue tan especial, como siempre las cosas especiales de las que hablamos, con unos cuantos cambios de colores rubores acaso, pero siempre hermosos.---
          Las disculpas se dieron de ambos lados, el no haber tenido el valor de decir  cuanto nos queríamos, como si hiciera falta, pero al fin se dijo y  mas importante era que era reciproco.

HACE CUANTO TIEMPO



          Los aires de noviembre acarreaban hojas caídas de los sauces del camino, Julián sentado en la banqueta bajaba sus pensamientos sobre lo que seria un encuentro con la persona a quien a pesar de conocer y amar de mucho tiempo se alejó de el. Luego de vivir una íntima relación caminaron por rumbos diferentes, haciendo de sus vidas, dos rutas separadas.
          Se recordó de esa despedida en la misma época, de aire de barriletes y frío de fin de año, memoria sobre los paseos donde tomados de la mano recorrían cargados de ansias, alegrías y cosas lindas de un pasado hermoso. Todo finalizó abruptamente relegado a intereses diferentes y era parte de la historia, era como un nuevo amanecer de oportunidad. Las cosas no habían salido bien, para él y su pareja, sufriendo una situación especial.
          Aquellas cosas que suceden, el destino les había  brindado a través del tiempo, la oportunidad de encontrarse una vez mas, Dios sabe porque.
          Se encontraba nervioso, mirando al exterior en espera de la mujer que siempre significó mucho. La seña era un pantalón gris y una sacola color azul para el reconocimiento.  Observaba el reloj, cuando mostrando las 12.39, mientras aumentaba la tensión. Sacó un pañuelo y limpió los anteojos, quizás para ver mejor.
          De pronto, la vio. A la distancia se percató que ella alzó la mano en señal de aquí estoy. El corazón le daba vueltas y dirigió los pasos hacia el encuentro, el tiempo no pasaba en balde, la vio radiante, madura, bella como nunca, la apretó instintivamente con un enorme abrazo y le depositó un tierno beso en la mejía, vaya como en el pasado.
          El fugaz momento se detuvo frente al tiempo, como un suspiro para la eternidad, estaban los dos, unidos de corazón a corazón los hacía soñar como para salirse del pecho, era un tierno amor que aun se inspiraban y lo habían dejado escapar tiempos atrás. Aun parecían enamorados. Con la expresión de una rabieta le circulaba en la mente, negándole la razón cuando no supo afrontar las cosas en su momento.

          Este encuentro había significado mucho para ambos. Se tomaron de la mano y caminaron pausadamente hacia el auto.
--- Que alegría verte, después de tanto tiempo. --- dijo la chica
-- Si es una dicha poder estar junto a ti, la foto que me enviaste, verdaderamente no te hace justicio, estas mas bella.---
Se sonrojó, mientras dijo un tenue.
-- Gracias –
          En medio del acontecimiento, revolvió, mientras buscaba en su cartera y con la humildad característica en ella, sacó una cajita envuelta en papel de regalo.
--- Esto es para ti--- le dijo --- una cosa pequeña, pero de mucho significado, para que veas que  no te he podido olvidar, es un pedazo de mi corazón, para decirte aun te quiero mucho. ---
          Le dio las gracias, pero a pesar de la curiosidad no lo abrió en el momento, lo postergó,  luego surgió la intención de darle un beso de agradecimiento, pero se contuvo, mejor con prudencia, una espera de varios años, bien valía la pena esperar.
          Cruzaron la avenida y contentos se dirigieron a la carretera, rumbo a no se donde. Hubo momentos de silencio, hasta tomar la iniciativa.
--- Quiero llevarte a comer… tienes alguna predilección? ---
--- Pollo podría estar bien, eso si sin pico y sin plumas por favor, jajaja.---
--- Tu siempre tan jovial, esa sonrisa se te ve bien, además me dice que estas contenta, verdad?---
          Sentados en el restaurante y después de ordenar, se le quedo mirando fijamente a los ojos.
--- Cuanto hubiese deseado este momento.---
--- Yo también, han pasado los años, y no te he podido olvidar. ---
          Luego le tomó de las manos, donde se percibió un pequeño nerviosismo, estaba fría, pero le apretó como quien no quiere dejar ir el momento. Se iluminó en un sonrojo, mientras agachó la vista.
-- Que has hecho de tu vida --- le preguntó.
-- Pues lo de siempre – respuesta con evasivas de quien no quiere profundizar en el tema.
-- Tu ya sabes de mi situación sentimental – haciendo una pausa – desde que nos dejamos no he podido rehacer mi vida.
--- pensé tenías una relación estable. ---
-- Sabes no quiero extender el tema, este debe de ser un encuentro feliz y agradable. Y tú que me cuentas? ---
-- Bien siempre trabajando y sacando adelante a mi familia. ---
--- Cuéntame de tus hijas, que edad tienen?---
--- Mis hijas, la mayor 14 y la pequeña 11, son una lindura mis hijas, estudiando y saliendo para adelante. ---
-- Ya señoritas, la viva imagen de la madre. ---
          En pleno interrogatorio estaban cuando la mesera interrumpió la charla.
          A continuación la plática se tornó especial, ella habló de su colecciones de piedras, del clima, de su tierra, del curso en el cual participaba, etc. Mientras tanto Julián no podía quitarle los ojos de encima, le fascinaba observarla, la sonrisa, las expresiones, la manera de actuar le hacía sentirse complacido. En su mente revoloteaban todos aquellos momentos que compartieron, alma corazón y vida en el pasado, que no habían pasado por gusto dejando una huella indeleble. No lograba respuesta a los interrogantes de eso salido de control y del como se había tomado por rumbos diferentes en la vida de cada unos. Y se preguntaba.
--- ¡No se porqué!---
          Tantas remembranzas, tantas cosas bellas, habían hecho del amor algo tan especial. El destino fue implacable, él abandonó todo para salir a estudiar al exterior, como consecuencia, y el prolongado abandono u olvido. La conciencia del paso de los años, quizás con la madures que da el tiempo, hizo que a su regreso y buscarla le produjera una sorpresa, decepción. Al enterarse que ella, unos años atrás, había formalizado una relación, que en su momento le dio estabilidad.
          Esto le causo nostalgia y tristeza. Pero se había quedado atrás, un primer amor del pasado, que nunca se formalizó, mas que el puro enamoramiento de dos chicos adolescentes, que jugaban al amor, el las aulas de la secundaria. Su matrimonio conveniente no representaba la pareja ideal, pero el tiempo había transcurrido, sin un futuro previsto. Luego él, con un alocado matrimonio le había hecho inelegible a su regreso, pero las cosas del corazón no se dictan, se viven, se sufren y en alguna vez se convierten en realidad.
          Se dirigieron rumbo al parque de los sueños, donde buscaron una banca solitaria para darle continuidad a la charla. La tarde se iniciaba y el aire estaba helado, se sentaron muy juntos, donde se percibieron el calor, el uno al otro el silencio se apoderó de la pareja, no como en otras oportunidad, por lo buena conversadora que ella era.
-- Sabes que este encuentro ha sido lo mas grande que me ha pasado, eres una linda persona y sigues siendo tan amable, tan especial……. tuve mis dudas de este encuentro, te digo porqué, bueno no quería abrigar nuevas esperanzas en mi vidas.--- Ella bajó su rostro y unas lágrimas rodaron por las mejillas --- Tu mejor que nadie sabes de mi situación, aunque he logrado minimizar mi soledad, estoy pasando un momento difícil con mi pareja, que se fue hace años a los Estados Unidos, y se ha olvidado de su familia.---
-- Yo creo que esto es algo especial. Como tú dijiste en una oportunidad, Diosito nos pone en el camino… y bueno por algo. Sabes que?. Puedes contar conmigo. ---
--- Eres muy lindo.---
--- Hoy me he sentido A todo dar, en tu compañía, te agradezco que me escuches, tu sabes no soy muy dado a soltar lo que tengo en mi corazón y tu me has abierto el tuyo, tengo facilidad, sobretodo de contarte mis cosas y eso me da la oportunidad de decirte lo que tengo dentro de mi, gracias por ser como eres.--- Mis sentimientos siguen allí, mi amor esta debilitado pero aun persiste ---
          Ella le llamó por su nombre, algo que pocas veces hacía, lo que hizo que el momento se hiciera especial y de maravilla.
--- Tengo que decirte algo, he seguido mi vida, sola como estoy y espero cumplir con mi compromiso de sacar adelante a mis niñas. Pero hoy me has puesto una esperanza, una inquietud.--- OH!. No se que pasará, estoy con penas en mi corazón espero tener la paciencia y acertar de la mejor manera para sobrellevarlo, gracias por abrirme una puerta, donde yo se que puedo contar contigo. ---

-- Como podría negarme, si aun mis sentimientos persisten y me llena me des la oportunidad de servirte, ojala pueda hacerlo y te prometo hacerlo de corazón. ---
          La tarde se había hecho vieja, todo el tiempo transcurrido los tórtolos como dos enamorados continuábamos el uno frente al otro tomados de la mano sin querer alejarse o decirse adiós, pero el episodio había llegado a su fin y de alguna manera debían separarse. Mientras los pájaros revoloteaban para buscar nido y la tenue luz de la tarde se hacía presente, un hermoso beso se cruzó en ambos  que selló la despedida.