I. Regresaba esa noche de mi trabajo, transitando en mi bicicleta, por la vacías calle empedradas de mi pueblo, lo que me iluminaba el camino eran dos pequeñas brazas de luz que colgadas de los postes del alumbrado público que pretendían mantener mas la oscuridad que otra cosa, la pálida luna se asomaba entre las nubes, socarrona y de cuartos menguantes. A lo lejos en el interior de las viviendas se escuchaban los latidos de los perros, como avisando que pasaba frente a sus casas, las chicharras se hacían eco de la soledad y del silencio, acompasando el paso de las ráfagas de viento, que corrían constantes desde el norte en una fuga interminable rumbo a los campos.
Di vuelta en la siguiente esquina y el ronroneo de la cadena se escuchó al dejar de pedalear, a unos cuantos metros de mi un grupo de soldados efectuaban un retén; algunos de ellos recostados en los pórticos de las casas como jugando a las escondidas y mostrando sus fusiles para señalar a sus víctimas; me hicieron el alto.
-- A donde va compa? -- me pregunto uno de ellos.-- haber los papeles --
-- Voy para mi casa -- respondí, pero la vos, se me había entrecortado, un miedo se apoderó de mi, las piernas me empezaron
a temblar y el nerviosismo hacía que no lograra encontrar mis
Papeles de identificación.
-- Voy... a..Aquí están - y los entregué, un sudor helado me recorría el cuerpo desde la cabeza hasta los pies. Con una linterna de mano revisaron el documento y la foto; luego pusieron la luz sobre mi cara para ver si coincidían.
-- ¿Y de donde venís? --
-- De mi trabajo, soy cocinero en el Hospital y hoy me tocó salir tarde.-- respondí
--No sabes que ahora es delicado salir de noche...., en estos lugares, te topás con la guerrilla y te levanta y te quiebran el culo y parte sin novedad.--
Otro soldado se acercó:
-- Bonita la cicle, verdad mi sargento ?... que tal un colazo.--
-- Vamos, déjenlo tranquilo -- replicó, y dirigiéndose a mi -- vos patojo, tomá tus papeles y te me vas a la chingada, no te quiero volver a ver por aquí.--
II.
--- Vos Miguel, que fue lo que te pasó la otra noche -- preguntó Abimael, el enfermero.
-- Callate, que los soldados me toparon en la calle, los desgraciados y casi que me vuelan la bicle. Y eso no es nada dicen
Que ese mismo día a la hija de Doña Chonita la sovigiaron toda, cuando venía de regreso de la escuela, disque para ver si no llevaba armas, es que ya no se puede con estos; dan ganas... dan ganas...
Y me quede callado, tuve miedo a lo mejor me podía escuchar y de repente me pasaba algo, siempre existía el temor de que hubieran soplones, que lo chismearan a uno.
-- Miguel -- insistió el enfermero - y entonces, que vas a hacer cuando salgás tarde? --
-- Realmente no se que hacer, a lo mejor voy a dar la vuelta hasta el potrero de Sabanilla, para no pasar por donde siempre se ponen.--- Bien, se te ve que tenés miedo --
-- Quien no, que tal si me agarran o me guevean la cicle, o lo peor me pegan un tiro, no señor, ni que me arriesgue.--
-- Mirá yo no es que me la lleve de valiente, pero hay que salga tarde, a lo mejor no vamos juntos, y a los dos talvez no nos hacen nada.--
-- Nos juntamos a las 8.--
-- A las 8.00, nos vemos....---
La mañana siguiente apareció una bicicleta tirada en un callejón, una gabacha blanca tenía enrredada en el timón.........
III. En el interior de un cuartel, allá en un pueblecito del altiplano del país:
-- AAAAtención..................FIRMES! --
-- Capitán Castillo, a sus ordenes mi comandante, le informo que estamos incluyendo al grupo de reclutas de reservas a un par de patojos capturados anoche.--
-- Como que en estos días nos ha ido muy bien. -- indicó el comandante, mientras se paseaba por el corredor frente a su despacho -- con unos diez o doce por aldea o pueblo que recojamos, llenamos el número requerido para la comandancia de reservas.--
-- Alguna otra novedad? -- preguntó, mientras observaba al grupo de oficiales subalternos que permanecían formados frente a su comandante para la orden del día.
-- El único problema mi Comandante, son las publicaciones de prensa y las protestas de los familiares de alguno de los capturados. Esperamos sus instrucciones para ver la conducta a seguir.--
-- A los patojos déjenlos guardados unos cuantos dias, yo personalmente me voy a encargar de hablar con la prensa les voy a convencer de que están equivocados y que aquí no hay gente en contra de su voluntad y que eso de las capturas son puras bolas, además, si vienen con el cuento de los Derechos Humanos, y todo el rollo, esta es una instalación militar y por razones de seguridad no se puede permitir el ingreso a cualquier hijo de vecino. Ultimadamente el que se me ponga brincón le pongo las pera a cuatro, además les puedo argumentar que los fulanitos son
Delincuentes subversivos y que si se acogen a la admistía, les perdonamos la vida y se tiene que enrrolar a la institución.--
-- Total aquí se acaba toda protesta.--
Días antes los titulares de la prensa:
" Se ha hecho gran revuelo, en la comunidad de San Juan Ermita, maestros, padres de familia y las asociaciones de beneficencia, han elevado sus protestas a la Procuraduría de los Derechos Humanos, por al Reclutamiento Forzoso de Jóvenes Menores de Edad, empleado del Hospital Local.
Nota: Ahora lejos en las bartolinas de un cuartel, permanecen un medio centenar de jóvenes, que “” SE ENLISTARON VOLUNTARIAMENTE AL EJERCITO” ¿?????????
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