martes, 29 de noviembre de 2011

49. LA PRINCESA.

          Era una vez en un castillo de dulces y chocolates vivía una linda princesita, de bucles color carmesí, de corazón de oro, y gran inteligencia. A la princesa le gustaba jugar con las muñecas que ella vestía con toda clase de trajes y las adornaba con diademas y zapatitas de colores, con gran esmero las colocaba en pequeñas sillas dentro de unas pequeña habitación que utilizaba como salón de clases, la s paredes las adornaba con carteles y un pizarrón  colgaba en una de las paredes les daba clases.

---Haber niñita, la del pelo liso… ¿como se llama esta letra?--- mostrándole la O --- ¿Cómo se llama?---

--- La O, ---respondía ella misma imitando la voz---

--- Muy bien tú sabes las vocales---

---Haber Claudia, tú que tanto sabes dime cual es esta letra--- mostrándole la A --- pon mucha atención niña, porque tu platicas mucho, ---- le insistió --- si no voy a tener que mandarle una nota a tus padres, para que te corrijan---

Y entonces la niña se llevó la nota, pero jamás llegó a manos de sus padres:

---Dime Claudia, que pasó con la nota que envié a tus padres, tendría que habérmela devuelto firmada, ¿que pasó?---

---A la nota no sé, en algún lugar lejos de aquí debe de encontrarse… ya que en los botes de donde se recoge la basura todos los días, seguramente en algún lugar extraño debe de haber ido a parar,  en uno de esos volcanes de papeles que se llevan cargaron con ella.---

--- Tú sabes que eso puede hacer que te castiguen o incluso que te muevan del colegio.---

---Esta bien..!, pero yo ya tengo un colegio, del cual yo soy la dueña y próximamente voy a ser la directora.---

--- ¿Cómo se llama ese colegio?---

--- Es el colegio de mi yayi, ese es mi colegio…---

         

Luego entonces la princesa se encontraba otro día jugando con sus muñecas, escogió a la colochita, la más linda de ellas,  y la colocó en la primera fila.

--- Hoy vamos ha hablar de los números, si tenemos uno y le agregamos o le sumamos uno, ¿cuanto nos da?---

--- Dos….  muy bien.--- se respondía así misma.

--- Hemos aprendido los números, las sumas.---

---Que mas vamos a aprender hoy, maestra --- dijo la muñeca

---Tendremos clase de pintura y haremos dibujos.---

--- ¡Ay! No hoy no tengo ganas de pintar, maestra mejor jugamos a las escondidas.---

--- Tú tienes que hacer lo que tu maestra te dice, porque tienes que aprender a hacer caso.---luego indicó---Si tú no haces caso entonces, yo te voy a enviar a la otra clase donde están los niños mas chiquitos que no les gusta hacer nada.---

--- Está bien.---dijo la muñeca, tomó sus cuadernos y su bolsón, llevándoselos  a otro salón.---

          Al día siguiente, la muñeca fue llevada al colegio y paso junto a su clase, la maestra le dijo:

---Oye niña, ¿A dónde vas?, si esta es tu clase ven a sentarte a tu lugar. ---

          A lo que respondió:

--- Como el día de hoy tampoco tengo deseos de pintar, ni dibujar, ni recibir clases, me voy en directo al otro salón para que no tenga que enviarme de nuevo como castigo.---

          Y llegó la época de fin de año, acercándose el día de la Virgen de Guadalupe, donde como es tradicional las niñas y los niños se visten con sus trajes típicos, güipiles de múltiples colores y cortes ceremoniales.

---Haber niña, el día doce quiero que te vistas de indita para celebrar el día de la virgen y así poder tomarle una foto con su traje.---

--- Lo voy a pensar muy bien, pues a mi no me gustan esas cosas.---

---Claudia, pero es tradicional y tu abuelito te compró un traje ceremonial de San Juan Comalapa, es muy especial y a ti se te verá muy lindo ---

--- Está bien pues, con tal de que solo me lo pongan para tomarme la foto, no vayan a pretender que yo vaya así vestida a la iglesia. Hum…! --- luego dijo ---Momento abuelito, el trato es que si me dejo poner el traje y tomar las fotos tu me debes de dar algo a cambio, sino no hay trato, ¿De acuerdo?---

--- Dime que quiere tú a cambio.---

---Estoy dispuesta ha hacer lo que me digas si tu me regalas una muñeca Barbie…---

---Otra muñeca Barbie….! Como tu quieras ---

          Luego de vestirla indicó:

--- Mira que bonito te luce….!---

---Hay no…. esa faja me aprieta,  la blusa me molesta aquí en el cuello--- señalándolo--- el corte se me cae… Hay no que fastidio, por favor quítame esto…ya no me aguanto…!--- protestó, pero aun así encogiéndose de hombros

--- Con tal de que mi papalito solo me tome la foto y ya…luego me lo quito.---

          Y así fue, no pasó mucho tiempo después del clic de cuatro, cinco fotos, para que la niña tirara a un rincón de la habitación la ropa que le habían colocado. Tampoco tardó en cobrar su premio, su enésima muñeca. Feliz de la vida regreso a su salón de clase ha mostrarla al resto de las muñecas.

          Días mas tarde, el abuelito:

---Claudia, Claudia, por favor mamita, quiero que te pongas de nuevo el vestido de San Juan. Por favor una vez mas… fíjate lo que me pasó, el rollo de la cámara se veló, y no salió ninguna de las fotos.

---Hum… abuelito eso si no se va a poder, jamás me vuelvo a poner ese traje, así me regañen mis papás…. Y no pienses en ningún momento que te voy a devolver el premio que me diste, porque las muñecas se pueden enojar contigo, pues se hicieron amigas y no van a querer que la Barbie se vaya. Verdad que si!---  

          Por supuesto que tenía la razón la niña, porque ella siempre va a ser Mi Princesa consentida.






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