martes, 29 de noviembre de 2011

44. MI AMIGO EL MICO

 El humo de las chimeneas se proyectaba en fumarolas, mientras el vapor producido en las calderas deambulaba a través de los tubos metálicos que serpenteaban dentro de los sótanos del hospital; y corría fluidamente hasta desembocar en las pichachas de los esterilizadores de la Central de Equipos.

De un golpe se abrió la puerta por donde apareció una camilla empujada por una enfermera vestida de celeste, en ella un pequeño paciente adormitado era conducido al quirófano; otra persona vestida diferente lo introdujo a la sala.

El bullicio que se generaba en ese lugar por el personal, quienes atareados, obtenía como pan calientes los volcanes de ropa estéril y el equipo necesario en la sala de operaciones; y los instrumentos necesarios para la operación de esa mañana.

En el guardarropa a la vecindad de la sala, en el final del pequeño corredor, tres jóvenes practicantes platicaban, previo a participar en el acto, a la vez procedían a cambiar sus indumentarias del riguroso blanco, al traje verde claro con sus camisas marchamadas con el emblema HR en el pecho, gorras, mascarillas y las botas de lona; propias del lugar.

-- Ja, Ja  como te fue con la chica de la emergencia -- dijo

Guillermo, apodado el mico, siempre hablaba a todo volumen.

-- La tengo muerta, mano, casi como que me da el SI!,¿ Como te quedo el ojo ? -- respondió Marco Antonio

-- Este Maco y sus conectes, Ja, Ja,-- y soltó otra carcajada a su estilo característico. Con la palma de la mano me somató la espalda y de paso me botó el gorro diciendo -- Vos Dopy, que te paso, porque tan calladito, ¿ De goma ? --

-- Callate que estuve de turno anoche en la Mater y no llevó la chingada, como 43 partos, 4 cesáreas, 12 legrados, y chansal en la emergencia -- respondí

-- Y como vos sos culebrota, te la pasastes pirañándole los partos a las traidas de la escuela de enfermería, como de costumbre.-- y se sonrió

--  No hombre, si a mi me gusta esa cosa hay que hacerse la mano --

-- A propósito, vos Maco, el arrastrado de Silvio ya debe de andar adentro, sobándole la leva al viejo -- se puso luego a hacer ademanes con la mano derecha levantada sobre su cabeza y ligeramente inclinada hacia atrás y la izquierda apoyada sobre la cintura, a la vez que efectuaba un movimento de bamboleo con las caderas, dijo fingiendo la voz -- Como yo le hago de primer ayudante con el Dr. Lizarralde en las Anastomosis termino terminar de la reparación del ano imperforado, Ja,Ja,Ja -- soltó la carcajada -- plirazo --

Mientras empujaba la puerta. Maco dijo:

-- Vamos para adentro esclavos, asi salimos rápido de esta mie..., con lo que a mi me gusta la cirugía --

Los tres penetramos al umbral de la sala semi circular donde se encontraban varias bolsas de lona, usada para poner ropa sucia, una camilla, etc. la luz por variar era deficiente, ya que una de las candelas de gas neon se encontraba quemada, mientras la otra alumbraba pálidamente; junto a los lavabos se encontraba una persona quien procedía hacer limpieza por lavado de sus brazos y manos con la ayuda de un cepillo y sistemáticamente tomaba jabón de un recipiente que se encontraba en la pared.

-- No les digo, pues -- dijo el Mico -- aquí se encuentra el mas culebra de todos los culebrones del mundo, vos Silvio -- se dirigió a quien se encontraba lavando -- no te da clavo ser tan pura vejiga con tus cuates, madrugaste para culebrear -- y se le acercó.

-- A usted le hablo, my friend -- insistió y le dió un golpe en la espalda -- póngaseme firmes, que aqui le voy a dar una su penqueada.--

El individuo se volteó, lo que dejaba ver sus ojos y parte de la frente a través de la mascarilla demostraba contrariedad y asombro. Parado frente a él, dejaba escurrir el jabón de sus antebrazos.

-- Ajá, te agarramos en fly -- le volvió a decir el Mico, mientras se colocaba en posición de pelea y procedió a lanzarle unos cuantos golpes con la mano derecha entre abierta, como quien trata únicamente de tocarle la cara-- Póngase buzo pues, o aquí mismo le doy su merecido, Ja, Ja -- brincaba de un lado a otro, como un boxeador haciendo sombra.

-- Calladito te quedaste, verdad -- y se le acercaba en forma amenazadora, una patadita de karate, KIAAAAA....-- y lanzó tremendo

patadón, pero sin pegarle -- Mucha, que dicen, que se lave otra vez, ja, ja, ja -- mientras con las dos manos le tocó los brazos y lo empujó de tal suerte que se detuvo donde se encontraban las bolsas de la ropa.

Ya fuera de si y con los ojos inyectados por la ira, tiró el cepillo, se descubrió el rastro bajándose la mascarilla.

-- ¡ BACHILLER ........! -- gritó

--  ¡¡¡  DR. DURAN !....... --

Presos del susto y boquiabiertos por la sorpresa salimos mas corriendo que andando por la puerta de entrada.

Mas tarde.

-- ¿ Que tal si ahora perdemos la práctica de la Cirugia pediátrica, mucha ? -- dijo el Mico.

-- Que vos perdás la práctica tal vez, -- respondí

-- Se la pusiste a palitos al viejo -- le indicó Maco, quien sonriente, le hacía un movimiento con los dedos de la mano, juntándolos, separádolos -- ¡ Se te ache  achí ! --

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