-- Que no se juera. —
-- Que lo que le había pasado a la patoja, no tenía remedio.
--- Pero que va… no me hizo caso… sacó el machete corvo dende debajo del catre. Y echando chispas por los ojos, espuma por la jeta --- se salió del rancho, por el mismo camino que va pa’ la hacienda.
--- En toavía le rogué, me le colgué del brazo, me tiró por allá, junto al fuego y se fue…--
--La patoja estaba alli mismito conmigo, entoavía asustada la pobre. – con las lagrimotas en sus ojos negros, sus chapas siempre rosadas, adolorida estaba mas bien por la penquiada que le dio su tata.
--- Que culpa tenía ella, talvés fue nuestra, talvés su tontera, ignorancia la nuestra.—
--- Hacia quince dias me la pidio a la niña, pa’ su servicio – y como a uno siempre le faltan los centavos—
--- Y la mandamos pues – ni modo era el patrón y había que hacerle obediencia.—
--- Le puse su vestido dominguero.—y se fue pues, pa’ la hacienda, se miraba bien chula, asi era mi nena. – Y la mandamos –
--- Y la mandamos pues, que podia yo imaginarme--- jodido –
--- El domingo siguiente, el primero, llegó de regreso al rancho, se miraba contenta, alegre como era ella, cantando, tarareando, mostrando su inocencia. Entre su delantal que guelía a nuevo traiva unos panes p’ nosotros, disque se los habían regalado.
--- El día siguiente muy de mañana, se fue otra vez, alegre y contenta.
Y pasó una semana.
--- Esta vez no fue igual, a su regreso el siguiente domingo, no venía contenta, ni tarareando. Venía … Hay Dios! Venía llorando, chorriada, toa hecha añicos, sucia, con su ropita rompida, manchada su dominguera que nos había costado comprarle.
--- Lloriqueando tan juerte que no se le entendía na’a de lo que decía.--- --- La agarré de los brazos y le sampé una manotada en la cara, a leñazo limpio la hizo volver mi marido.
--- Algo le había pasado a la patoja, algo malo, sin duda, pa’ haber armado tal escandalo.---
--- Tras la tunda soltó la lengua y me contó su desgracia, con todo y llanto, con todo y todo.
--- La oí, mientras me agarraba de la trensa…. Maldije, patié, grité, lloré…-- Jue puta dije… Mi patoja, mi niña ya no era la misma nunca mas.—
--- El patrón, el señór, maldito sea, el ladrón, le había cuanto tenía, su tesoro, su vida. SU HONRA..---
--- Y se lo dije a mi marido.---
--- que no fuera…
---Que lo que le había pasado a la patoja no tenía remedio.---
--- Pero no me hizo caso… como loco se fue a la hacienda y disque ha hacer justicia.
--- El machete corvo no era la solución, la sangre no lavaba la desgracia.
--- Vaya pues, como son las cosas… ahora mija, la nena, mi patoja, se quedó sin HONRA.
--- Mi marido ahora, en el bote, purgando.
--- Eso si el patrón, en el camposanto ya sin vida.
--- Y nosotras, nosotras sin na’a
No hay comentarios:
Publicar un comentario