lunes, 23 de mayo de 2011

32. PARA RECUERDOS

         Sonó el teléfono, con la prestancia que se me ocurre e imaginando de quien se trataba, Respondí. Si eras tú, después de la espera que me emocionaba el saber de ti, escuchar tu voz, esa cita que habíamos concertado se iniciaba estaba a un paso de realizarse.

          Te vi en la esquina, estabas emocionada, corriste hasta el auto, me besaste y con un hola muy simpático te sonrojaste. Te observaba y no lo quería creer, después de cinco meses de nuestra última reunión, estabas mas bella que nunca, con esa inocencia que te engalana y que cautiva.

          Nos trasladamos hacia el espacio infinito, mientras cruzábamos algunas preguntas de rigor, del estado de salud, la familia, el trabajo, etc. Buscamos un lugarcito donde almorzar y expandirnos en las charlas, vaya si no eres buena para eso.

          Te miraba fijamente, aunque tu te me escabullías, trataba de adivinar tus pensamientos, escudriñando tus facciones, lo terso de tus facciones, la textura de tus labios, tu hablabas de tus alumnos, del viaje al Auto Safari Chapín, escuchaba pero mis emociones me impedían que te pusiera la atención adecuada. Estaba anonadado, trataba de adivinar lo que dentro de tu cabeza se alborotaba.

          Quise entonces retomar la situación, escuchando lo relacionado a nuestra amistad, pero fue difícil, soñaba con tomar tus manos, suaves y ligeras, para trasmitir mis ideas, tu piel morena, delicada, me incitaba ha decir, hablar de algo mas que deseaba escuchar. Sin embargo cuando insistí en remover tus gafas, para ver tu carita en todo tu esplendor, comprendí que estabas hecha un manojo de nervios, que mi requerimiento era audaz y que de pronto podría causar inconformidad. Pero tomarte de la mano me inquietaba. A veces el tacto dice mas que cien palabras y el sonido de las palpitaciones no se, tuyas, o mas bien mías, me reflejaban un tenue temblor de cuerpo, el nerviosismo nos acompañaban se traducía en un emocionante encuentro.

          Cambiamos la charla a otra serie de temas que me hacía responder con un aja, si que bien, pero mi corazón bailaba fuera de si, buscando la oportunidad de decir cuanto te quería. Comes como pajarito, no se si porque era algo que no te gustaba o simplemente estabas inapetente por estar frente a mi, bueno de todo era factible pensar, pero sin demeritar la plática, esta fluía fácilmente de tu boca, tornándose agradable en ocasiones jocosa.

          Después de que le bajamos el cuero a la vida y compusimos tantas cosas mal trechas de nuestro mundo, continuamos en la vigilia de ver tu rostro aunque fuera por arriba de los espejuelos, que mas parecían colgarse de un par de tomates de tus mejillas. Resolviste unos cuantos problemas a través de una llamada, muy discretamente envolviste la mitad del emparedado, para probar las hojuelas de maiz tostado con queso fundido. Pero la pregunta flotaba en el ambiente y no fui capaz de hacerla realidad frente a tus lindos ojos, porque…..?

          Bien tu sabes que fue un no saltarse las trancas, aunque en realidad lo que deseaba era ver tu reacción. Te vi nerviosa, intranquila, a veces concentrada, en otra ausente, como si esperaras algo. Querrías decirme algo o mi mente jugaba con las ideas, con las ilusiones que quizás yo…. Yo deseaba escuchar.

          Estábamos prestos a salir y dirigirnos a tu punto de partida, regresaste al Restaurante, un poco precipitada, mientras yo te observaba por el retrovisor del auto, el viento hizo el intento de levantar tu vestido de flores impedido con una acción de tus manos, a media pantorrilla.  Tus zapatitos bajos de color negro con un adorno hacia la punta. Llevabas, además, en la mano un suéter blanco. A los pocos minutos te vi aparecer por la puerta, te acomodaste los espejuelos y abriste la portezuela, entraste al auto, tuve la idea que me darías las gracias con un beso, por lo que me quede con la mirada fija hacia donde estabas.

          Recorrimos algunas calles, hasta llegar a la entrada del periférico, la charla aunque no se había suspendido, era pausada, como quien se le ha terminado la temática de seguir adelante, discutimos sobre la conveniencia de donde dejarte, en la terminal o antes, tu dijiste que era mas conveniente en alguna de las estaciones del transmetro.

Detuve el auto, en ese bendito lugar donde  se iba realizar nuestra despedida. Yo no quería que te fueras estaba tan a gusto que mi alma pedía a gritos unos momentos mas, de aquí hasta saber cuando. Hubo un momento de silencio, preámbulo a la finalización de nuestra cita. Te tomé entre mis brazos con la consigna de que se trataba de un abrazo de cumpleaños, te di un beso cálido en tu mejilla derecha y tu hiciste lo correspondiente, luego pasé frente a tus labios , esos hermosos labios, que casi rozan con los mios, sentí que me rodeaba de ternura, la temperatura de tu presencia me derretía el espíritu, con un te amo en silencio, deposité un beso en el otro cachete y tu me diste algo mas que un beso, que me dejó impregnado de tu cariño y sabor de mujer, de mujer linda.

          Luego te vi desaparecer por la escalinata que te llevaba a la estación, tímidamente me diste un saludo con la mano, un hasta pronto, que se quedó bañado con una ausencia de ¿Te volveré a ver?

          He dado la vuelta y como un desahogo, marco tu número, para decirte dos cosas. Primero decirte adiós, que la velada fue fantástica, emocionante como nunca, que dejó reafirmados mis convicciones de los sentimientos que te profeso, que fue tan especial y quizás mejor que la anterior, como siempre sin las incomodidades hasta en lo que hablamos, con unos cuantos cambios de colores rubores acaso, pero siempre hermosos.

Te pedí disculpas por no haber tenido el valor de decirte cuanto te amaba, cuanto te quería, como si hiciera falta, pero al fin te lo dije y de lo cual tu respondiste en estar de acuerdo y del sentimiento reciproco.

          No tengo una manera mejor de expresar lo que pasó mas que escribirlo y hacértelo saber, vaya si no, lo que experimenté fue algo muy dulce, una sensación sublime de poder compartir con un ángel, mi ángel, algo especial


1 comentario:

  1. Estive aqui te visitando.Lí teu Post. Sou Brasileira e algumas palavras não pude entender.Gostei muito.Recordar é viver. Parabéns pelo teu Blog . Felicidades e... na tua alma a eterna primavera.
    Venha visitar meu Blog Além dos Fragmentos.Grata Eloah

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