miércoles, 18 de mayo de 2011

21 TE QUITASTE LA VIDA

          Corrió hasta llegar a la puerta, se detuvo, se santiguó y entró armada de valor. Aun no creí lo que le habían dicho, que tal sino esos de las funerarias siempre se enteran antes, como buitres, no les importa el dolor de la gente.

-- Me indicaron que viniera, que aquí tienen a mi hermana --
-- Cual es el nombre de su hermana --
-- Marta Julia..........--
-- Apellidos ? --
-- Gómez Grijalva --

          Revisó unos papeles y luego la condujo al interior; sobre una loza de concreto y cubierto con una sábana blanca yacía un cuerpo, solo dejaba ver ambos pies desnudos, en uno de ellos colgaba del dedo pulgar una cartulina. El encargado se acercó, tomó el cartón en sus manos y dijo:

-- Marta Julia....... esta es -- dirigiéndose a la mujer, dijo -- esté preparada, la impresión es grande.--
          Le destapó la cara:
-- ¡ Hay Dios mío ! -- gritó -- ¡ es ella !... hermanita de mi alma -- le pasó la mano sobre la cabeza, acariciándole su negra cabellera -- ¿ Como te pudo pasar esto ? -- sus ojos se llenaron de lágrimas, tomó un pañuelo que sacó de su bolsa, con el que se limpió los ojos.

-- Que el señor le de el descanso eterno.....,
TE QUITASTES LA VIDA !.--- hermanita… 

          Marta Julia era una joven, alegre, bonita, patojona de 18 años, hermosa; trabajaba en una de esas tantas industrias de la maquila; siempre sonriente, popular, atractiva de piel morena que irradiaba saludable belleza; muchos enamorados tenía, por su atractivo cuerpo.

          Allí en las afueras de su trabajo conoció a un joven, con quien se hizo novia. Siempre a la hora de la salida él la esperaba en la esquina y se dirigían presuroso a divagar a la bancas del parquecito en las faldas del Cerrito del Carmen, entre las 5 y 6 de la tarde se les observaba, acariciándose y besándose, (juventud divino tesoro....).

          Un sábado al medio día, allí estaba él, donde siempre; tomaron un autobús y se fueron sin rumbo, era la feria de Jocotenango, allí la Rueda de Chicago, los carros locos  y la cholojería fueron testigos de su alegría; tomados de la mano, caminaron por todos los rincones del Hipódromo del Norte, y sin darse cuenta, la oscuridad les hizo encuentro, horas que habían pasado sin sentir, embriagados por el amor.

          Las 10 de la noche, en casa de Marta Julia, su madre y su hermana, con el rostro lleno de angustia esperaban con desesperación su llegada.

  -- Que pasaría con tu hermana, ella jamás viene tarde ..? --
-- Con tal de que no le haiga pasado nada.--

          El ladrido de un perro precedió el toquido en el portón de la casita.
-- Toc.. Toc.. --
-- Mamá soy yo --

-- Toc.. Toc.. –insistió.
-- Patoja, por Dios bendito, que son esas horas de venir -- indicó la madre, después de abrir la puerta.

-- Ay Mamá, .. Usted siempre ...
-- Como no me voy s preocupar, con el tiempo como está...  Mirá como venís, toda despeinada, y desarreglada; donde te habías metido mujer.--

-- Mamá..., salí con una amigas a la feria y nos agarró la tarde...., Váyase a acostar, mañana le cuento.--
          ... Ya en el silencio de la noche, la joven participaba del insomnio, lo pensaba y lo volvía pensar, intranquila daba vueltas en su cama. Una ilusión, una promesa y un SI casi forzado le revoloteaban en la cabeza. Todo esto la había llevado a desprenderse de lo más preciado tesoro, en un cuartucho mal trecho, en una media cama que rechinaba y en una agitada, pero tibia noche, se había esfumado con su virginidad. Era el cargo de conciencia, la culpabilidad el que dirán al someterse a la mirada de su hermana y su madre, era lo que no le dejaba pegar los ojos.

-- En verdad me ama !...—se justificaba, pensando para sus adentros.

          El canto de los gallos y los rayos del sol, la sorprendieron sin poder dormir; sudaba copiosamente y el corazón le palpitaba precipitadamente, la congoja era tal y el pecado le acompañaba insistentemente, que la hizo que se levantara, ha echarse un duchazo frío... 

          Era ya miércoles, salió muy inquieta del trabajo, corrió hacia la esquina, la que encontraba vacía. No estaba, se recostó en una pared donde hizo unos minutos de espera... El había desaparecido, como que se lo tragó la tierra; donde preguntar por él, nunca se le ocurrió averiguar donde vivía; él jamás le dijo. Y así pasaron los días, cada vez mas la ilusión se hacia distante, y se tornaba aventura. El ya no volvió.

          El tiempo transcurrió, la depresión hizo presa de ella, se mantenía callada, mas de la cuenta, pálida y con las molestias de estómago; las nauseas que le atacaban en las mañanas y sobre todo el apetito le había desaparecido.

-- Vos, embarazada estás -- le decía su única amiga -- ¿ Que te está pasando, vos Marta Julia, vos nunca has sido así.--

-- No lo sé, tengo molestias en el estómago, a lo mejor estoy empachada.--
-- Se me hace, estás embarazada, en serio, ¿ Será que ya te vino tu mes ? --
-- ¡ QUE...! --
-- Tu regla... mujer, tu sangrado, pues....--
-- No .....!, Lo esperaba hace 15 días.--
-- De plano embarazada... chula --
-- Hay, por Dios No, que voy a hacer -- tomándose la cabeza -- Y mi mamá, que me va a hacer.--
-- Yo te lo dije.... " Tené cuidado con el chavo, les das la mano y te agarran otra cosa", luego se las pelan y te dejan bien jodida.--
-- Yo me voy a morir, y en mi casa ....
-- Mirá, o le haces frente a la cosa o ... mejor mañana te llevo donde una doña para que te diga y estás o no.
-- ¿ Y si estoy ... ? --
-- Ya veremos que se puede hacer en ese caso. Tenés plata...? --
-- Tengo unos centavos guardados, pero no son muchos.-- 

Al DIA siguiente:

-- Hay MIJA... embarazada es que estás ... Como de mes y medio. --
-- Hay no doñita. No puede ser, y ahora ... que es lo que voy a hacer, yo no quiero, ni puedo tenerlo, me echan de mi casa mi mamá me mata.--
-- Pues vos dirás, la chula que te trajo, me dijo que vos no tenés pisto, pero si no te animas a seguir adelante con el asunto, todo tiene solución en esta vida; y yo hago que se te venga, o te lo saco ya!.---
-- Y eso como cuanto me va costar.--
-- Digamos unos 300 ....!

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