martes, 17 de mayo de 2011

2 LOS CASCOS GRISES

                                              
     Un candado cayó al suelo después de haber sido cortado con un cangrejo. La cadena que sostenía, se deslizó hasta hacer contacto con el piso, produciendo un ruido metálico característico, e hizo ceder la puerta de metal. Por detrás la de madera, después de un par de fuertes empellones, crujió hasta permitir la entrada.
          Catorce hombres fuertemente armados penetraron al recinto. La penumbra de la tarde, apenas dejaba ver su vestimenta azul oscuro. Los agrios rostros, algunos cubiertos con máscaras antigas, otros con gorras pasa montañas, que unicamente  dejaban ver los ojos de los invasores, irreconosibles tal cual delincuentes.
-- Silencio  -- indicó el comandante del grupo, quien lucía unos anteojos Ray-ban --- muévanse despacio --
     Los hombres se movilizaron sigilosamente dentro del edificio. Los cascos grises con ribetes azules, deambulaban de una habitación a otra, dejando escuchar, a su paso de marcha, las botas. Era un grupo que además de portar armas de grueso calibre, transportaban una gran cantidad de botellas, palos, piedras, y otros pertrechos como armas M-1, oxidadas, una escopeta 12, sin mira, unas granadas sin espoleta, pedazos de alambre y cuatro baterías.

--- Aquí esta bien. En este rincón, déjenlo todo.... mejor si lo ponen como desordenado.---
--- No vayan a dejar caer  esa mierda, o la van a cagar, debe de parecer como de a de veras. -
-- Vamos... vamos, que se les vea el chispo.--

Horas mas tarde:
--- Señores periodistas, se les ha convocado a esta conferencia de prensa, en el propio lugar de los hechos, para darles a conocer los últimos hallazgos y acontecimientos --- indicó una persona que contaba con un megáfono en la mano y se identificó como vocero policial.
-- Se recibieron varias denuncias, al respecto que en esta instalaciones se encontraban reuniendo algunos estu... varias personas, con la consigna de llevar a cabo actos para alterar el orden público. Con el fin de proteger a la población de todos estos actos de subversión y delincuenciales, la fuerza civil se hizo presente, con un escuadrón especial, para establecer la verdad de los hechos.---
--- Al efectuar el cateo respectivo, con las ordenes de Juez competente, por supuesto, en una de las aulas del establecimiento, se pudo constatar la existencia de materiales, como gasolina y trapos, para la fabricación de bombas molotov, además de piedras, llantas y diferentes artículos punzo cortantes, armas de las que acostumbra utilizar la guerrilla, palos, así como material de propaganda del los grupos alzados en armas, fotos de líderes guerrilleros etc.; y un documento con las siglas de la ORPA, que detalla los lugares donde estas acciones se pensaban realizar; como por ejemplo, el ataque al Congreso de la República; el cual fue repelido en su oportunidad.---
--- Inmediatamente después de la conferencia y de las preguntas respectivas, permitirá tomar algunas fotos y hacer algunas tomas del material incautado.---
--- Hay algún detenido --- preguntó un periodista.
--- Mas adelante daremos información ---
--- ¿ Y se contaba con orden de Juez competente para el cateo? ---
--- Como ya lo expuse ¡SI!, Aunque en estos casos de edificio públicos no se acostumbra.---
--- Pero por la hora, y sobretodo, el haber tenido que forzar la puerta de la entrada, ¿cual es la explicación? --- insistió otro miembro de prensa.
--- Señor periodista... le recuerdo que usted fue invitado a esta conferencia a recibir información, de primera mano, es mi deber decirle… o mejor dicho se le recomienda circunscribirse al motivo de la conferencia.--

    Los caza Noticias, recibieron un balde de agua fría. Se miraron entre si. Algunos optaron por no insistir más en las preguntas, otros se hacían los locos tomando algunas notas, y unos mas aguerridos, sagaces se la jugaban con el pellejo insistiendo en ver los pertrechos encontrados. Para lo cual ya no hubo respuesta.
--- Gracias por su comprensión, señores periodistas. En futura oportunidad, se les permitirán, mas preguntas.---  procedió a disolver la reunión. Se volteó y con tono jactancioso dijo:
--- Antes que se retiren.... déjenme ver mañana por la mañana, --- se dirigió a quien le acompañaba y se secretearon --- Si. Los esperamos en el despacho del Señor Director General, donde se le hará entrega de un boletín oficial y algunas fotos del material ---
---¡Usted indicó que nos dejaría ver lo encontrado! --- gritó alguien de los que venían atrás.
--- ¡Ya se le dijo!, Si quiere así bueno....---Somatando los tacones de las botas se dirigió hacia la salida del recinto; una serie de murmullos se escucharon. Los miembros del cuarto poder, comentaban la burla de que habían sido objeto.

          Era el régimen de uno de tantos Generalotes, que detentaban el poder, a puro Golpe de estado, época dura, de efervescencia política, de recesión económica. Hablar era sinónimo de muerte, desaparición, cárcel. Por supuesto las autoridades aprovechaban cada cosa para echar agua a su molino.
          El incidente había sido precedido por una serie de ataque que los estudiante Normalistas en el Centro de la ciudad. El blanco habían sido las unidades del transporte urbano, quienes unilateralmente elevaron a niveles insospechados al valor del pasaje, turbas de muchachos habían apedreado los buses y a otros les había ido peor, habían sido destruidos con fuego. La quema de llantas era cosa común en las esquinas, y los enfrentamientos con los esbirros del Pelotón Modelo, había dejado una enorme cauda de heridos, intoxicados con gases lacrimógenos. La gente corría por las calles huyendo del salvajismo, de los dos lados. Los estudiantes se habían refugiado en el interior de su establecimiento, y desde el techo, lanzaban piedras y proferían insultos, consignas, alertando al pueblo de la  represión a la cual estaba siendo sometida, por los grupo económicos y de poder del estado.

          La situación estaba llegando a un clima de ingobernabilidad. El ejercito se había adueñado de las calles. Aunque no se había implantado el estado de sitio, era como una verdad a gritos, ¡ LA FALTA DE LIBERTAD Y DE DERECHOS !.

          La contribución de la Izquierda no se había hecho esperar. En el transcurso de 24 horas, habían explotado tres bombas panfleteras, con consignas revolucionarias y atacando las instituciones del estado. Eso había movilizado a los pelotones de la guardia civil, hasta la ciudad Universitaria, la cual habían virtualmente sitiado. Los helicópteros circulaban por encima de la ciudad, como zopilotes,  vigilando donde se presentaban las reacciones del pueblo.
          Dos o tres líderes políticos habían salido del país, tal vez por falta de testes, mientras el presidente de una Confederación Sindical había sido arrestado, junto a otros representantes de organizaciones de derechos humanos. El Negro, el del 13 de Noviembre, era uno de ellos. Amnistía Internacional, había presentando un recurso de exhibición personal por él; pero no había respuesta.
          Era martes por la mañana, en la esquina de la novena avenida y séptima calle se habían dado algunos incidente donde los estudiantes normalista habían participado. Las largas columnas de denso y negro humo circulaba hacia el cielo, un autobús de la ruta # 15, ardía en llamas. La sirena de los bomberos se abría paso entre los curiosos y los automóviles. Los muchachos corrían a mas no poder a refugiarse en su escuela. El temor eran los grupos de orejas vestidos de particular quienes sin el menor miramiento se apostaban en los lugares estratégicos y disparaban a matar a quien se pasara enfrente.
          Desde lo alto de la Escuela Normal, grupos de encapuchados lanzaban piedras a las fuerzas de seguridad, las que se refugiaban en los escudos plásticos y respondían lanzando bombas lacrimógenas y las misma piedras. Se escucharon varios disparos, que afeitaron la cornisa del edificio. Todo el mundo permaneció agachado; las miradas iban de un lado a otro en búsqueda del tirador. Mas allá un grupo de diputados, que curioseaban en las ventanas del Congreso, deleitándose con el espectáculo, que los policías y los patojos representaban. Una nueva ráfaga de metralla se dejó escuchar.

--- Le dieron.... muchá... le dieron a Miguel....--- gritaban desde lo alto.

-- Chontes hijos de puta... Mataron a Miguel.--

          Tres tiros mas se dejaron escuchar. Otro joven cayó… se deslizó sobre la lámina. Estaba herido, la bala le había perforado la pierna y le había hecho perder el equilibrio. Era Javier, presidente de la asociación de estudiantes. Entre la multitud se hace escurridizo un matón… un guardaespaldas, un miembro de seguridad de un “señor”  Diputado que jugaba al tiro al blanco.
           Y la batalla se enmudeció, el llanto se hizo presente en los ojos de los jóvenes, quien apresuradamente bajaban a Miguel hasta el patio. Una ambulancia se había hecho presente en el lugar, pero él, el estaba muerto...
          Muy atinadamente,  los voceros gubernamentales se adelantaron a decir que debido a la infiltración de [presuntos guerrilleros, se había dado tal situación; pero que existía suficientes pruebas que incriminaban a los estudiante con los grupos desafectos al régimen. Que la presencia de pertrechos de guerra, propaganda subversiva, solo significaban una campaña orquestada de las organizaciones guerrilleras que quería desestabilizar el Régimen Democrático, de mi General.......

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